DIVINA COMEDIA
LA INSPIRACIÓN
Un poema en el corazón de Chachingo
"Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura,
ché la diritta via era smarrita
Ahí quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!""
Alejandro añora los días de su infancia en la casa de su abuelo materno, Tristán, inmigrante italiano que recitaba los versos de la Divina Comedia. Ese abuelo, su gran guía, le mostro el camino a seguir, relacionado con la naturaleza y el estudio de la tierra. Volver a la Divina Comedia, es rendir homenaje poético a sus raíces.
Como un gran hacedor del vino, Vigil y su familia nos invitan a un mundo de ensueño, regido por los sentidos y los sentimientos, recreando algunos pasajes dantescos desde su mirada particular y única.
Así surge el mundo de la Divina Comedia de Chachingo, Casa Vigil, nuestra casa.
El poema del Dante vivo en la mixtura cultural del paisaje maipucino, tradicional zona vitivinícola mendocina, con la estética vanguardista de su construcción, el arte omnipresente y la posibilidad de compartir un banquete mágico de sabores del lugar.
Al mítico Infierno Vigil lo plasmó en una gran cava subterránea llena de barricas de vino, con una muestra de arte del artista plástico Osvaldo Chiavazza.
La imagen de la Virgen de la Carrodilla, obra del artista Sergio Roggerone nos dirige por los túneles camino al Purgatorio, materializado entre obras escultóricas. Este paso necesario entre las profundidades y el cielo sirve para presentar a cada uno de los Enemigos que emocionan a quienes los beben.
Al subir al Paraíso, donde Dante se encuentra con su amada Beatrice, impresiona la Luz, los colores de los cristales, los aromas, la naturaleza expresada en la mirada y las ansias de vivirlo todo. Aquí María Sance y Alejandro Vigil esperan a sus comensales para vivir la experiencia del Paraíso en la tierra, gastronomía y vinos fusionados para compartir con amigos, con la familia, con el amor de la vida.